Las reglas y consejos que se han comentado en el artículo anterior sobre negociar un salario generalmente se aplican a negociar un aumento de sueldo. Por ejemplo, es todavía importante no aceptar la primera oferta y deberías sentirte confiado en pedir más, incluso si el aumento no es ofrecido en una revisión anual. Aun así, todavía se debe hacer un poco de investigación, especialmente si no pensaste en hacer esta investigación la última vez que pediste un aumento de sueldo. De todos modos, puede que las condiciones de mercado hayan cambiado desde la última vez, por lo que es una cosa a tener en cuenta. Por supuesto, puedes negociar otras formas de compensación y no solo dejarlo todo en el aspecto económico. De todos modos, hay una dinámica diferente ahora. Por un lado, has establecido una relación de trabajo con tu jefe, la cual, dependiendo de la naturaleza de la relación podría hacer menos cómodo el asunto del salario comparado con la última vez. Considerando esta relación laboral con tu jefe, algunos expertos recomiendan cambiar la estrategia usual.
En otras palabras, no es conveniente tener las conversaciones de aumento de sueldo en la misma manera en que aceptas asignaciones de trabajo y órdenes de tu jefe. Por ejemplo, si tu jefe normalmente te da órdenes desde detrás de su mesa sentado en una silla, trata de igualar las posiciones donde ambos estéis sentados en posiciones similares, a poder ser fuera de su despacho. Una buena idea podría ser ir a una sala de reuniones con unas simples sillas y una mesa. Si esto no es posible, trata de mover tu silla a una nueva posición – preferiblemente a una lado de la mesa del tu jefe. También se sugiere estar de pie en los primeros minutos de la conversación para ganar confianza.
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Negociar un aumento de sueldo
Las reglas y consejos que se han comentado en el artículo anterior sobre negociar un salario generalmente se aplican a negociar un aumento de sueldo. Por ejemplo, es todavía importante no aceptar la primera oferta y deberías sentirte confiado en pedir más, incluso si el aumento no es ofrecido en una revisión anual. Aun así, todavía se debe hacer un poco de investigación, especialmente si no pensaste en hacer esta investigación la última vez que pediste un aumento de sueldo. De todos modos, puede que las condiciones de mercado hayan cambiado desde la última vez, por lo que es una cosa a tener en cuenta. Por supuesto, puedes negociar otras formas de compensación y no solo dejarlo todo en el aspecto económico. De todos modos, hay una dinámica diferente ahora. Por un lado, has establecido una relación de trabajo con tu jefe, la cual, dependiendo de la naturaleza de la relación podría hacer menos cómodo el asunto del salario comparado con la última vez. Considerando esta relación laboral con tu jefe, algunos expertos recomiendan cambiar la estrategia usual.
En otras palabras, no es conveniente tener las conversaciones de aumento de sueldo en la misma manera en que aceptas asignaciones de trabajo y órdenes de tu jefe. Por ejemplo, si tu jefe normalmente te da órdenes desde detrás de su mesa sentado en una silla, trata de igualar las posiciones donde ambos estéis sentados en posiciones similares, a poder ser fuera de su despacho. Una buena idea podría ser ir a una sala de reuniones con unas simples sillas y una mesa. Si esto no es posible, trata de mover tu silla a una nueva posición – preferiblemente a una lado de la mesa del tu jefe. También se sugiere estar de pie en los primeros minutos de la conversación para ganar confianza.
Otra gran diferencia entre negociar un primer salario y un aumento de sueldo, es que después de trabajar en una compañía, también tienes la oportunidad de demostrar lo que sabes hacer. Probablemente hayas realizado un trabajo que puedas mostrar en la entrevista para pedir esta subida de salario. Haz una lista de los éxitos y cosas que hayas realizado en la época que has estado trabajando para la compañía. Si alguno de los trabajos te ha salida especialmente bien y recibiste felicitaciones, incluye esto también en la lista. Presenta esto a tu jefe para mostrarle lo valiosos que eres como empleado. De todos modos, normalmente el mejor momento para hacer una de estas negociaciones es la revisión anual. Sin embargo, muchos expertos dicen que no hace falta esperar.
Si decides pedir un aumento de sueldo sin esperar a la revisión salarial anual. Si decides hacerlo en cualquier momento del año, hazlo después de haber realizado un trabajo que ha salido bastante bien. Es buena idea comentarle con antelación que quieres concertar una reunión con tu jefe para hablar de una subida. Esto le da tiempo a pensar sobre ello y consultarlo con otros miembros de la compañía para ver si es viable un aumento de sueldo. De todos modos y como se ha comentado en el artículo anterior, no solo es dinero lo que se puede negociar cuando queremos un sueldo mejor. Hay otros elementos en la negociación que hay que tener en cuenta, como pueden ser las vacaciones, dietas, gratificaciones a final de año, etc.
Las vacaciones son realmente importantes para cualquier empleado. Todos sabemos las consecuencias que el estrés nos puede provocar, y por tanto el tiempo que tenemos de vacaciones es esencial para bajar estos niveles de tensión que nos pueden dañar la salud. El tiempo de vacaciones varía mucho dependiendo del país, y hay diferencias grandes dependiendo de donde estemos. Para poner un ejemplo, En Estados Unidos tienen dos semanas de vacaciones al año mientras que en muchos países de Europa tenemos unas cuatro semanas de media. Aunque el contrato especifique las vacaciones que tenemos por defecto, se pueden negociar y aceptar más días en lugar de cobrar más dinero. Cada vez más, las empresas son más flexibles a la hora de conceder días libres y vacaciones a los empleados, y esto es especialmente verdad a la hora de hacer horas extra. Muchas empresas prefieren dar días libres antes de pagar dichas horas. Esto es algo que tenemos que tener en cuenta y utilizarlo para mejorar nuestras condiciones si se diera el caso.